Últimamente se ha puesto muy de moda el uso de las luces LED en el hogar, un elemento que además de eficiente es ahorrativo. Con la llegada de la subida del precio de la luz, las LED han llegado para quedarse entre nosotros

La importancia del ahorro doméstico ha sufrido un cambio drástico con la última subida de la factura de la luz. Muchos hogares han decidido dar un paso más en su búsqueda de rebajar su gasto energético doméstico y, además de los trucos habituales y de atender a los distintos horarios de gasto, también han dado un paso al frente a la hora de cambiarse a las luces LED. 

A pesar de ello, también hay muchas personas que todavía no han dado el paso. Por un lado, es evidente que estas bombillas son más ahorrativas que las convencionales, pero mucha gente sigue sin creer que esto sea verdad. En ese sentido, vamos a desengranarte las maravillas de las luces LED y te vamos a explicar por qué son la alternativa perfecta para ahorrar en casa.

Menos gasto, misma potencia

Lo primero que hay que tener en cuenta es que las luces LED son más eficientes: Gastan menos energía y producen la misma luz que una bombilla convencional, consumiendo un 80% menos. De hecho, consumen menos que las de bajo consumo, que está en torno a un 70% menos que las convencionales.

Una vida útil mucho más amplia

La vida útil de una bombilla es el tiempo en el que funciona sin llegar a fundirse. En ese sentido, una luz LED puede durar hasta 50.000 horas, mientras que las de bajo consumo sólo duran 10.000 y las convencionales duran en torno a las 3.000 horas. Asimismo, hay que reseñar que las bombillas de bajo consumo deben tratarse como residuos peligrosos ya que contienen gases contaminantes.

Velocidad de encendido

Una bombilla LED se enciende de manera inmediata. Está diseñada especialmente para estancias o habitaciones de uso frecuente. Es por ello que solemos encontrarlas en baños, pasillos e, incluso, en las luces de Navidad. Las de bajo consumo, por ejemplo, tardan unos 60 segundos en estar completamente operativas y suelen estar en los salones o las habitaciones.

El color de la luz

Las luces LED cuenta con una gran gama de colores que va desde la más cálida, la amarilla, a la más fría que es la blanca. En ese sentido, se recomiendo que las cálidas se utilicen en dormitorios o salones, mientras que las más frías sean para el baño o la cocina. El tono de la luz dependerá de la instancia, pero también podemos elegir entre mucho más colores. Ya hay luces LED que te permiten cambiar el tono de la luz a diferentes tipos, lo cual no gasta más ni consume más y es un toque distintivo para tu habitación en cualquier momento.

El ahorro es evidente

Si bien es cierto que las bombillas LED son más caras que las de bajo consumo y las convencionales, el ahorro se observa a simple vista en todos los apartados. Es cierto que las bombillas de bajo consumo también son una ayuda en el ahorro, pero las LED son mejores en todos los aspectos y, a la larga, van a ser mucho más eficientes a la hora de mirar tanto la factura de la luz como el bolsillo propio.